Sobre la Historia
DreamTown es un documental que hace un seguimiento a Aníbal Chala, Carlos Maldonado y Ulises De La Cruz: tres jugadores que se encuentran en diferentes etapas de sus carreras futbolísticas. En el transcurso de tres años cruciales, quieren saber si el deporte que aman les traerá un futuro mejor, o si su sueño, como tantas otras cosas en la vida de los afro-ecuatorianos, demuestra estar fuera de su alcance. En su búsqueda por la fama y la fortuna futbolística, los tres jugadores llegan a darse cuenta de que sus verdaderos objetivos van más allá del campo y el juego al cual han dedicado sus vidas.
El documental está ambientado en el Valle del Chota, un pueblo localizado a tres horas de Quito, la capital del Ecuador. La región que ha ganado reconocimiento internacional en la última década por las estrellas del fútbol que han surgido de esta tierra extraordinaria. Alrededor de treinta futbolistas profesionales son del Chota. A este reconocimiento se suma el triunfo de la selección ecuatoriana al entrar en la Copa Mundial de Fútbol en el 2002 y 2006. El éxito de los jugadores de esta región, incluyendo nuestro personaje de DreamTown, Ulises De La Cruz, ha generado un extraordinario impacto en la comunidad y atraído más visibilidad internacional. Además, éste se ha convertido en un modelo a seguir para niños afro-ecuatorianos, quienes han depositado todas sus esperanzas en un solo sueño.
El tema unificador del documental, que conecta las historias de nuestros personajes, es cómo sus sueños de fama futbolística y su pasión por el deporte tienen sus consecuencias. No solo los empodera con esperanza y coraje para confrontar la pobreza, pero también implica un compromiso que los aleja de sus estudios académicos u otras actividades que les ofrezcan maneras de sustentarse a ellos y a sus familias. Asumiendo un gran riesgo, finalmente deciden perseguir sus sueños. Sabiendo que las posibilidades son 300 a una, aquellos que resultan exitosos son quienes darán un paso adelante para encontrar soluciones sustentables para una comunidad que anhela una nueva identidad.
Aníbal Chala, de 16 años, es el protagonista más joven de la historia. Un futbolista estrella con una madurez atlética que sobrepasa su edad, Aníbal sueña con jugar en el Manchester United. Pero su objetivo está ligado a la necesidad más que a una fantasía de la juventud. Su padre sufre del corazón y no puede trabajar, y su madre no puede cubrir los gastos médicos, y ni pensar en los gastos alimenticios de sus ocho hijos. El potencial de firmar con un equipo profesional está constantemente presente en su mente. De hecho, sus cargas parecen reducirse cuando es seleccionado para probarse para el Equipo Juvenil del Nacional. Esta es la oportunidad que ha estado esperando; el primer paso hacia una carrera profesional y el apoyo que su familia desesperadamente necesita.
Por el otro lado, la fragilidad del futuro de un jugador es la realidad que enfrenta el joven de 22 años, Carlos Maldonado, quien se ha entrenado entre varios equipos sin avanzar en las posiciones. Han pasado diez años en los cuales Carlos ha estado “casi por llegar a su meta,” pero volviendo a casa cada vez con un sueño fracasado. Las presiones de su madre para que deje el equipo y el deber que tiene de proporcionarle ayuda a su familia, le llevan cada vez más cerca a darse por vencido. Su casa de tres dormitorios está desmoronándose y no cuentan con el dinero necesario para las reparaciones. Sin un plan alternativo, Carlos ha llegado al cruce de vías donde esto podría ser el fin del camino para alcanzar su sueño. En la historia de Carlos, vemos las artimañas del sueño futbolístico compartido por tantos choteños.
Complementando el cuadro el cuadro está Ulises De La Cruz, nuestro tercer personaje, contextualizando las historias de Aníbal y Carlos dentro del marco de la experiencia afro-ecuatoriana. Mientras que comparte los arduos inicios de Aníbal y Carlos, jugando sin zapatos en el valle, él representa el sueño obtenido: jugar por la selección en los dos mundiales del 2002 y 2006. Ulises juega en el LDI y es una celebridad humilde y extrovertida. Comenzó también su propia fundación, FundeCruz, donando el donando el 20% de sus ganancias para la construcción de un centro médico, un sistema de alcantarillado, caminos, escuelas, viviendas y un gimnasio para servir a su ciudad natal, con más de 200 familias. Ulises sabe que su responsabilidad social no es solo el inspirar a los niños para que jueguen futbol, sino también motivar a la juventud para que inviertan en un futuro mejor más allá del deporte.
Estas tres narrativas que trascurren simultáneamente serán entretejidas, ilustrando la complejidad de construir una vida mejor a través de un sueño inestable. Esta conmovedora historia toca en temas universales sobre cómo el fútbol puede llegar a fortalecer a una comunidad y a una nación a su vez. También muestra el arduo camino que recorre el jugador de fútbol que lucha por vencer al reloj y brindar prosperidad a su gente, ya que mientras que el futbol puede generar esperanza para unos, para otros trae fuertes costos.